JALISCO
El vestido ranchero de Jalisco,
fue una imitación directa del traje español severo que usaban las damas de la
corte con sus encajes alforzados y listones, que después las mujeres de las
rancherías hicieron llamativos y multicolores con sus adornos, imitando éste,
todo en algodón, pues el auténtico era confeccionado en sedas y brocados con
encajes valencianos y cintas de terciopelo.
El vestido de ranchera en la
época revolucionaria se hizo tan popular, que se extendió en toda la
República, pues las soldaderas se encargaron de ello, dando lugar a que no se
vean mal actualmente con él, y ahora se le considera un traje
típicamente mexicano.
Así el humilde traje de
soldadera sirvió de modelo para con él bailar nuestros sones y jarabes:
vestimenta que de ordinario es llevada por nuestras gentes de campo,
respetandose el diseño, pero con visktoso color.
La falda lleva un solo ólan y la
blusa está adornada con olanes de la misma tela y cerrada hasta el cuello.
La tela es de percal y lleva un
estampado de flores pequeñas en fondo claro.
Con este traje se calzan
zapatillas de tacón bajo, cinta o látigo.
El cuello es adorndocon vistosos
collares de papelillo y arracadas.
El pelo va peinado con dos
trenzas en forma de columpio y se completa con moños.
SONES
JALISCIENSES
Los sones son propios de las
costas y se fueron formando lentamente durante la época colonial a medida que
se mezclaban las razas, española e indígena, fijándose definitivamente sus
caracteres hacia la mitad del
siglo XIX. Son melodías populares espontáneas, cantables y bailables, que se
origínan en la fusión de la música española con la indígena. Su armonía
rítmica, ruidosa y a contratiempo, expresa con vigor indiscutible las
características de nuestra raza.
Literalmente, los sones
encierran a veces, un pensamiento amoroso lleno de melancolía donde se
entremezcla con la ironía y lo jocoso, cuajado de ingenio. Se baila en
diversas regiones del
país, con variantes según el medio. En los pueblos de Jalisco, que son innumerables,
sentaron carta de naturalización, en Cocula principalmente, pero también se
bailaban y se bailan en otras poblaciones del Estado, especialmente las del
Sur.
Por su belleza melódica y
coreografía, se han escogido para presentarlos como bailables fuertes, los siguientes
sones:
Jarabe Tapatío, El Son de la
Madrugada, El Son de las Alazanas, El Son de la Negra, El Son de las
Copetonas.
El bailador usa camisa y
calzón de manta, huaraches anchos, ceñidor rojo y vistoso paliacate. El
sombrero ancho de palma
con toquil1a completa el vestuario, También usan el traje de lujo.
La mujer viste amplia falda de
colores vivos adornada con olán, cintas y encajes, blusa de manga larga
cerrada hasta el nacimiento de la garganta y que llega hasta abajo de la cintura
con el mismo adorno de la falda. La enagua interior es amplísima, blanca y
adornada con encajes y olán. Calza botas negras de botones con bajos de
charol y tacón carretero. Se cubre con rebozo de bolitas.
El pelo va peinado de dos
trenzas que se atan por la espalda.
Complementa el atavío, moños o flores en las trenzas y vistosos collares y arracadas.
Los sones se bailan propiamente
por pareja a las que les hacen sala los concurrentes a la fiesta.
Cuando se anuncia el son, se
presenta el bailador ante la compañera elegida invitándola a bailar y
colocándose frente a frente a distancia aproximadamente de metro y medio;
cruza sus manos a la espalda y con el cuerpo inclinado ligeramente hacia
adelante, empieza el pespunteo de pasos agilísimos.
La compañera inicia el baile a
la vez, moviendo la cintura con gracia, levanta la falda con la punta de los
dedos sosteniendo también el rebozo y muestra coquetamente la habilidad de
sus pasos luciendo su enagua interior y sus bien calzados pies. Los pasos
constituyen una manifestación de ingenua y bullanguera alegría, se bailan de
preferencia en el sur del Estado con motivo de bodas, bautizos y onomásticos.
Es un genero lírico coreográfico
que durante varias décadas del
siglo XIX constituyó el arquetipo de la música en México. Aún a principios de
la actual centuria, al mencionar algún ejemplo genuino, tenía que recurrirse
a los sones o jarabes, especialmente el jarabe tapatío, el de Tepic, los
sones el Atole, el Guajolote, el Ahualulco y otros.
Su nombre y carácter se
relaciona con el almíbar, quizá se derive de la palabra árabe
"Xarabe" y también debe estar relacionado con el
"Charape" de Michoacán, bebida hecha con piloncillo.
Los autores que han profundizado
en su estudio, aseguran que desciende del
jarabe gitano y su aparición parece venir de finales del
siglo XVII y principios del XVIII, el hecho que en los albores del siglo XIX ya
circulaban ampliamente por el centro del País. A todo lo largo del último
siglo, teniendo como puntos de difusión México y el Bajío, se extendió por
todo el Territorio Nacional, hasta California y Centro America , y en
diversos rumbos se adimató de tal modo, que llegó a constituir "modelos
regionales" aprovechando la música local, por lo tanto está considerado
el jarabe como la música y baile Nacional.
El jarabe de los pueblos era muy
diferente al que se bailaba en las ciudades. En los Estados de Guanajuato,
Jalisco, Colima y Nayarit, especialmente en la costa, es donde se bailaban
los mejores jarabes. Es muy común verle bailar espontáneamente, sólo se
requiere que haya música y gente. Ahora cuando se prepara con anticipación,
se coloca una plataforma de madera sobre una área excavada o se entierran
ollas debajo, con objeto de producir gran resonancia.
Se proveen de mariachis e
individuos que canten con falsete; en esta forma el baile puede seguir horas
enteras con los bailadores improvisando pasos y los trovadores improvisando
versos.
OPINION:
En mi opinion el baile del estado de jalisco es de los mas sobresalientes ya que se muestra el traje charro y sus zapateados son fuertes. Su expresion es elegante.
Asociado: Difusion de notas
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